Extraño esos tiempos en los que todo estaba bien, en el que esos
dos chicos eran tus amigos, que podíamos estar los cuatro sin ningun tipo de
problema, extraño molestarte, extraño tener un “buen día neni, tengo sueño”,
extraño que te enojes porque yo duermo y no te respondo los mensajes, extraño
que nos contemos todo hasta un “me voy a bañar, esperame” (como si no
habláramos en todo el día). Extraño ir a tu casa, extraño que vengas a la mía
de vez en cuando, extraño nuestras peleas, las de 10 minutos, las de 2 horas,
tus enojos, los míos, aunque no alcance a enojarme y me hagas reír de manera
inmediata, mis ataques de celos, que me hagas cosquillas, mi mal humor y vos
jodiéndome igual. Extraño ese tiempo en el que confiabas ciegamente en mi, que no
dudabas de absolutamente nada. Extraño cuando nos queríamos, cuando nos
amábamos, cuando nos extrañábamos mutuamente, cuando nos llenábamos de besos
apasionados y jugábamos como dos nenes de 3 años enamorados. Extraño todo eso
de vos, te extraño a vos, extraño a ese que eras cuando estabas conmigo,
extraño a la que era cuando estaba con vos. Extraño lo que eramos. No se si
somos, no se si seremos, pero se que esto es verdadero, y que te voy a querer
para siempre.